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Altazor

poemele mele in traducere

El té de los futuros inviernos

 

CLEOPATRA LORINTIU*(ALTAZOR)

(Traducción al español de George Nina Elian)https://www.revistaaltazor.cl/cleopatra-lorintiu-2/?fbclid=IwAR2Z4x7-UAjbwqKMIpoJSyq6Wg4j3fPBOiqYXQc–fu99Y-R2A5x5Cp1PcQ#.X9naaByMe_A.facebook

NOCHES  SILENCIOSAS

Llega un momento cuando los amigos

Ya no te llaman a las tres al teléfono. Ya no te cuentan

Al teléfono graves, irremediables acontecimientos,

Pecados de amor, revelaciones. Llega un momento

Cuando ya nadie te llama por las noches.

Es la hora de la expiación,

Cuando las tormentas están sólo en los mares interiores,

Cuando descubres los crisantemos marchitados.

Cuando algo trágico es algo indecente. Cuando

Nadie es culpable.

Lentamente, te invade el tiempo galáctico

Un bólido que se aleja de la ansiedad

Que podría explicar. Llega un momento

Cuando puedes recordarte

Las lágrimas calientes.

EL  PAISAJE  EN  EL  QUE  FALTO

Yo nunca estuve en San Diego.

Sin embargo a veces estoy soñando ese lugar.

Estoy soñando” es una frase inadecuada y la uso

sólo para no asustarte.

Podía decir: “me imagino”

y si me prometieras permisividad, te confieso:

realmente “estoy allá”. Por consiguiente, estoy en San Diego.

Estoy vagando.

Vegetación polvorienta. Mira, es la hora más doméstica del día:

entre las cuatro y las cinco, aproximadamente.

Siento algo parecido a un desmayo, como si me miraran

fijamente a la nuca los ojos vidriosos de la inminencia.

Perdidos están todos los senderos.

Si hablara, el sonido se rompería por este calor –

y no oyéndome, me enajenaría mucho más.

Ahora San Diego se encuentra a la derecha, lo sé bien.

Otro montículo. De nuevo la grava.

De repente, el océano y el cielo,

un solo, blanquecino reinado

Existiendo para mí, infiltrando en mi carácter

el veneno azul de la eternidad.

Yo nunca estuve en San Diego.

Si cierro los ojos y acerco mi brazo

al tuyo, puedo decir:

Estoy en San Diego.

Ciudad acaparada por este universo blanquecino.

Adornada para mí. Detrás se extiende

la orilla polvorienta, fantasmal.

El paisaje en el que falto.

EL  TÉ  DE  LOS  FUTUROS  INVIERNOS

Déjame buscar en mi corazón

un remanente de energía como el polvo sobre el piano

Abrazarte en un soplo

último y casi perfecto

y en este grito no haber

ni desesperación ni coraje.

Ni la emoción de un amor patético

que no sabe comenzar.

Flores de tilo

Secas, en la estantería de los libros,

para el té de los futuros inviernos. Y yo,

una Rostova igualmente vibrante, disonante

en esta decoración con las fotos de mis niños.

LOS  AÑOS  CORTOS

Los años cortos ya vinieron, ¡aquí están!

Los viejos sentidos – sentados en una fila, sólo para ellos.

¡Cuánta fuerza en vano!

El sentido que yo había perdido

El sentido falso, extraviado

El alma agotada.

La realidad – ¡qué extraña!

El frío compacto

Y la memoria – sólo tiras.

Plumas vuelan de una almohada antigua.

Das un paso adelante y encuentras

El muro invisible.

Tiendes la mano y la retiras ensangrentada.

ILUSIÓN

Como una muñeca japonesa era ella. Entrañable, excéntrica.

Un leve susto debajo de la montaña Fuji.

Una caída, un letargo, una desesperación de ángel.

Te llamo,

ilusión indecible. Había querido

encontrar otra canción para tu esencia.

Nadie sabe dónde estás

dónde respiras lentamente.

I musici vierten monedas. Imposibles, frías.

En la habitación manchada. Un letargo –

un ángel está llegando a su fin. En tus palmas me llevas

en otra memoria.

Te disculpas armónicamente.

TRAVELLING

Los campos estériles eran azules.

No hay más tiempo. Un segundo. Y

todo iniciará o terminará.

Como un relámpago

como un hilo blanco entre tus cabellos negros

tu mano, tu mano

pasó por mi memoria.

Una tímida náusea, un pánico lento,

tantos temas paradójicos.

Un frasco melódico se rompe. La realidad

está dada vuelta como un guante. La llavecilla del pecho de cajones

cae con un grito blanco sobre las losas.

IMPRUDENCIAS

La luz fría de las jeringas me protegía.

Una cripta blanca. Una flor de acacia. El oxígeno

borboteaba como tus teteras,

hace mucho tiempo, en el plato caliente del castillo.

Jugábamos bolos, ambos jugábamos el juego de la ingenuidad,

jugábamos, dorados. (Ted Hughes

aparecía en las fotos junto a su nueva señora. A

La Otra fingíamos olvidarla.)

Luego – la brumosa melancolía. Me fui a ver la montaña.

Me fui a ver la montaña solitaria.

Su espíritu

único se había dispersado sobre las aguas.

El fuego, aquel fuego

encendido por ti en el refugio

¡si pudiera, finalmente, salvarme!

COMO  EL  HUEVO  DE  LA  HEMBRA
DEL  MARTÍN  PESCADOR

Anteriormente yo escribía sobre el alma.

Allá, en el pequeño exilio del desván de la antigua casa.

El heliotropo había broteado.

Me despertaban

las tijeras que cortaban

la aturdida hiedra.

El alma cayó.

Los signos de la pérdida fueron dispersados.

Tú, pequeño muchacho con pestañas de sombra,

tan lejos…

Mi suficientemente silenciosa resignación,

como el huevo de la hembra del martín pescador.

T

¡Si yo pudiera mantenerte pequeño,

casi un ángel!

Miniatura con ojos levantinos (1).

Revelarme así la marea alta

de la exasperación. Pura. Pura y extenuantemente cerca.

¡Si pudiera mantenerte sólo niño!

Y el pensamiento salir descalzo

sobre las piedras calientes del verano

volar en el aire denso

en algún lugar, cerca de un límite imaginario

defendido por guardias de frontera dormidos.

(1) – aquí levantino tiene el sentido: de Medio Oriente.

BAJO  LA  VANA  LLUVIA  DE  FLORES

El dolor del separarme de ti me endurecerá.

Mi alma empezará a parecerse

a la piel agrietada y amarilla

de los manos de mi abuela.

Y ellas – cruzadas en el pecho

el domingo de agosto,

bajo la vana lluvia de flores.

LA  FIESTA  CONTINUA

De hecho, no lo sabías.

La fascinación no es beneficencia, tus dulzuras

y tus crueldades surgían de mi memoria.

Aquel sueño se había tropezado. Era

un sueño terrestre acerca de la gloria.

Como un huevo tibio

en un nido desconocido,

no sabrás, no entenderás.

En una esquina del pasado,

en algún – polvoriento – otro lugar

como una prueba del continuo sacrificio

ISSN 2452-5332, 1 ÉPOCA / AÑO 2 / DICIEMBRE / 2020

https://www.revistaaltazor.cl/cleopatra-lorintiu/

Poeta,escritora,periodistaa,diplomatico CLEOPATRA LORINTIU

Poeta, escritora, periodista, productora de televisión, guionista, autora de películas documentales y diplomático,  Cleopatra  LORINȚIU  nació en Năsăud (condado de Bistrița-Năsăud). Miembro de la Unión de Escritores de Rumania (desde 1980) y de UCIN (Unión de Cineastas de Rumania). Está presente en la diplomacía publica centrada en las cuestiones geopolíticas del mundo árabe y de los desafíos del mundo contemporáneo. El interés por la complejidad del encuentro entre culturas y civilizaciones, los viajes por el mundo y la apertura a otros espacios y áreas culturales dieron lugar a artículos, documentales, libros y eventos internacionales. Representante de Observatoire d’Études Géopolitiques (OEG) de Paris, en Rumania. Coordinador de la Francofonía, comunicación y think tank del Centro Cultural Europeo Rumano-Pan Árabe. Jefe de redacción de la publicación “Zaman” (“El Tiempo”), edición rumana. Periodista en la Televisión Rumana. En 2011 fue galardonada con el Premio Internacional “Naji Naaman” por su trayectoria. Publicó más de 20 libros de poesía, prosa, ensayos, memorias, traducciones, entrevistas. Actualmente ocupa el cargo de director del Instituto Cultural Rumano (ICR) en Tel Aviv. Sito web oficial: www.cleopatra-lorintiu.net.

Obra poética (selecciones): Regina cu paşii furați (La reina con pasos robados) – 1978; Ora culorilor (La hora de los colores) – 1979; Peisajul din care lipsesc (El paisaje en el que falto) – 1980; Teraza cu oleandri (La terraza de adelfas) – 1985; Aproape imaginară (Casi imaginaria) – 1987; Ceaiul amanților (El té de los amantes) – 1994; Simplă suflare/ Souffle éphémère (Simple respiración), edición bilingüe rumano-francesa – 2002; El paisaje en el que falto/ Peisajul din care lipsesc, edición bilingüe español-rumana – 2017; Anii scurți. Antologie. 1976-2018 (Los años cortos. Antología. 1976-2018).